Manzanilla


Los antiguos egipcios veneraban la manzanilla como la flor del dios Sol por sus cabezuelas amarillas y los pétalos blancos en forma de rayos. 

Hipócrates, considerado el padre de la medicina, aconsejaba su consumo para la fiebre, la ictericia, los cálculos y las afecciones oculares.

Alivia el dolor menstrual:

Su nombre científico es Matricaria Recutita, un vocablo latino que significa útero, de allí su uso para tratar los malestares que padecen mensualmente algunas mujeres. 

Según un estudio del Imperial College de Londres, tomar diariamente una infusión de manzanilla aumenta los niveles de glicina, una sustancia que actúa como relajante muscular y que calma los molestos dolores del período.

Dolencias Gastrointestinales:

Beber té de manzanilla es un tratamiento popular para aliviar diversos trastornos digestivos, incluyendo la indigestión, las náuseas, los vómitos, la pérdida del apetito y los gases intestinales (flatulencia). 

El Dr. Andrew Weil, profesor de la Universidad de Arizona y autor del libro Medicina Natural asegura que el té de manzanilla es uno de los mejores remedios para el estómago.

Contra la diabetes:

Tomar una infusión de manzanilla todos los días ayuda a reducir los niveles de azúcar en sangre en las personas con diabetes tipo 2, al menos así lo sugiere un estudio de la Universidad de Toyama, en Japón.

Resfriados:

En forma de té o como aromaterapia, tiene gran poder para aliviar la gripe y los resfriados. 


De acuerdo con un estudio del Imperial College de Londres, el consumo de 5 tazas de té de manzanilla al día durante dos semanas fue asociado con un aumento en los niveles de polifenoles en la sangre, lo cual ayuda al cuerpo a combatir infecciones por bacterias.

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